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El rincón del periodista y la tecnología

Elegir siempre es difícil

La mayoría de webs informativas tienen una arquitectura y una navegavilidad que deja a los usuarios fuera de combate. Los medios digitales no están teniendo en cuenta que las mismas personas consumiendo la misma información tienen actitudes y grados de atención diferentes en Internet respecto a otros canales como la prensa o la televisión. Los medios están descubriendo que los usuarios no navegan por Internet. Es decir, que no van paseando aquí y allá a golpe de ratón, como quien zapea entre 20 canales u hojea el medio kilo de papel que ofrece un periódico dominical.
La mayoría de usuarios se lanzan a la web con una misión determinada: generalmente encontrar un tipo de información o contactar con otras personas. Si una publicación digital no está diseñada para satisfacer como mínimo una de estás funciones lo tendrá crudo. Esto conduce a decir que muchos usuarios no están convencidos en pagar una suscripción a cambio de un número de usuario y una palabra clave recibidos por correo electrónico. He aquí el gran dilema de las empresas periodísticas en la red, pagar o no por la información suministrada.
Algunos afirman que conseguir un producto de calidad no es gratuito, y quien lo realiza debe tener o recibir algún beneficio. Pero por otro lado están los que piensan al contrario, los que defienden la gratuidad que ofrece Internet para abastecer de información a los navegantes (aunque en este punto se pueden plantear serias dudas al respecto). Quizá, estamos ante otra grave cuestión, como ya he citado antes, la calidad de lo que recibimos. ¿Estaríamos dispuestos a tragar todo? ¿Quiere esto hacernos creer que los periódicos en la red que ofrecen toda la información de su edición impresa, es la mejor? Por supuesto que no.
De la misma manera que existen periódicos, revistas y televisiones gratuitos y de pago, también habrá una Internet informativa gratuita y otra de pago. Es posible encontrar la hermandad entre ambas. Es el lector, en este caso, el internauta, el que elige, el que prefiere, al igual que cuando uno se compra un coche, elige el que más le gusta, el que siempre ha deseado. Y así es la prensa digital. Habrá quien opte por la que se es gratuita, y los que escojan la de pago.
Ahora bien. De todos es sabido que la información tiene un precio, un elevado coste económico que no disminuye por el hecho de que en los últimos años haya empezado a circular por un soporte teóricamente gratuito como Internet. ¿Se debe, por tanto, trabajar el doble, y seguir cobrando lo mismo? ¿Se van a crear periodistas multimedia, o serán los propios periodistas de siempre los que realicen esa función de comunicar en la red? La duda está planteada. Quizá, se llegue a resolver.
Realmente, no sé si establecer un periodismo de pago en Internet, es viable, o tiene o no un futuro próspero. Lo que sí creo es que no supone un suicidio empresarial como algunos piensan. La buena información llueve de forma abundante por la red, pero, sin duda, hay mucha por la cual se debe pagar, aún desconociendo si esta es mejor que la otra. Sin embargo, cuando alguien paga por un servicio, uno espera recibir los mejores cortejos, se trate de lo que se trate. Imaginemos que van a un centro de masajes porque desean relajarse, ¿cuál sería su destino?
La encrucijada está servida. El cruce de caminos está visible. Elegir siempre es difícil. Pero en determinadas ocasiones, es más sencillo de lo que parece.

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