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El rincón del periodista y la tecnología

Redacción con arte

No hace mucho tiempo, cuando los primeros escritos de la historia comenzaron a saberse, los historiadores quedaron maravillados al descubrir la cierta legitimidad de estas escrituras. No es de extrañar, que estos, nuestros antepasados, tuvieran una serie de normas básicas a seguir, una regularización propia que les hiciera únicos, pero al mismo tiempo semejantes en cuanto al culto de la palabra, tanto morfológica como sintácticamente.
Hoy día los medios de comunicación son un claro ejemplo de los avatares diarios de dicha idiosincrasia, del orden, de la consonancia, de la estructura, de la claridad y de otros muchos aspectos, que hacen posible la elegancia de su trabajo, aunque aún existen dificultades entre las redacciones tradicionales y las redacciones digitales..
No obstante, todos los profesionales de la comunicación (o eso quiero creer) guardan las mismas preocupaciones que estos antiguos ancestros; dilemas que sirven para mostrar un resultado casi ecuánime con la perfección. Se imaginan ustedes una melodía a la que le faltase una nota esencial para la composición final. ¿Cómo se piensan que sonaría? Así es. Pues igual ocurre con la escritura, más con la redacción de informaciones. El profesional de la comunicación eso lo sabe, y como tal, debe aceptarlo, seguirlo y conllevar al lector al mundo que él ha creado, una información correcta, con equidad e identidad.
Una vez conocida esta concepción, por llamarla de alguna manera, el periodista digital debe moverse bajo ciertos paralelismos al periodista tradicional. El profesional multimedia ha de comenzar utilizando una correcta expresión gramatical. Debido al gran número de documentos y de contenidos, es posible hallar ciertos errores expresivos. Que estos documentos o contenidos sean claros, puesto que la mayoría de los lectores no suelen acabar los textos que son demasiado amplios, sobre todo, porque no se encuentran delimitados por ningún símbolo, página o algún otro elemento que haga posible más legible la lectura. Un ejemplo que ayuda es insertar líneas en blancoo mediante la generación de una línea recta, de puntos o gráfica. En general, en la web resulta más atractiva la separación con espacios en blanco, a pesar de que cada método posea sus pros y sus contras.
Por otro lado, y siguiendo con las normas de redacción, es imprescindible hablar de la introducción de enlacesa otras páginas, o documentos, sobre todo, cuando el tamaño de los artículos es demasiado denso, rasgo que sirve para facilitar la lectura. Otro punto importante es atraer la atención del lector. Para ello es común crear fondos que no distraigan, sino más bien al contrario, que arrastren a seguir el texto o documento.
Muchas personas utilizan técnicas de lectura rápida, y las mayúsculas en los textos deberá emplearse para aquellos aspectos reseñables (cabeceras, títulos, nombres propios, etc.), ya que es común que estas ralentizan al lector en su lectura, así como la mala elección de las fuentes. Es normal que estas sean de fácil impresión, puesto que la mayoría de los escritos suelen imprimirse.
Por último, es conveniente resaltar el día a día de los contenidos. Si se quiere crear una edición digital con cierta rigurosidad, es necesario establecer una renovación constante de todos los contenidos que acontecen en la publicación.
Vivimos en el mundo de la imagen, de la imprenta y de la computación, y los profesionales de la comunicación deben aprovecharse de este momento para que sus obras sean los ejemplos de una sociedad más eficiente y sencilla de entender. Y ya lo enseñó Aristóteles con la retórica, aunque fuese a través del discurso oral. Si los profesionales de la comunicación aprovechan esa retórica para con la escritura, con elegancia, con sencillez, con claridad, con proyección y, sobre todo, con ciertos puntos que ayuden a crear una redacción con arte, estaremos hablando de un producto periodístico auténtico.

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